25 abril 2022

LOS DICHOSOS CABLES EN LAS FACHADAS

   Esta es una de las fotos que más me gusta de todas las que hice en algún verano pasado. Se trata de una calle en el cerrito, en San Vicente de Piedrahita, me gusta porque conserva casi a la perfección el encanto que tenían las calles de pueblo años atrás, si nos pudiésemos trasladar en el tiempo, veríamos esta misma imagen hace 100 años. Las fachadas de piedra, las puertas de madera, los marcos de las ventanas pintados con azulete, el banco de losas a la puerta de la casa, incluso en la azotea podemos ver los palos que se utilizaban para secar higos o cualquier otro producto de la huerta. Así eran las casas en los pueblos como Montán. 
    En esta ocasión han sabido mantener y restaurar la belleza de aquellas calles, incluso la lámpara que ilumina por la noche tiene un estilo antiguo. Pero... si os fijáis bien hay algunas cosas que empobrecen el romanticismo de esta imagen, y ¿qué cosas son? Pues son cables, de la luz, del teléfono e internet, que van por las fachadas e incluso cruzan la calle, están en todos los pueblos, gracias a ellos tenemos energía eléctrica, tan necesaria en nuestras casas, o nos permiten tener teléfono e internet, en definitiva, no podemos prescindir de ellos. Los ves en todos los pueblos y ciudades de España,  pero yo me pregunto: ¿no podrían ocultarse, al menos, en los cascos antiguos de nuestros pueblos?, su presencia distorsiona enormemente la estética rural, se podrían ocultar bajo tierra, o disimularlos en las fachadas, se me ocurre por ejemplo ocultarlos tras canaletas fabricadas en piedra. No soy arquitecto ni ingeniero industrial, pero imagino que soluciones técnicas menos vistosas y más acordes con la estética rural tiene que haber porque la belleza de nuestras calles no merece verse manchada con esos cables tan feos.