22 noviembre 2011

MANUEL SIGÜENZA

Reloj traído de Oriente, para los/las que más se lo curren.
Como muchos ya sabéis, Manuel Sigüenza fue un pintor valenciano (1870-1964), discípulo de Pinazo y hombre de confianza de Sorolla, un pintor muy importante de finales del S. XIX y mediados del S. XX que pasó alguna temporada veraneando en Montán y durante esas temporadas pintó algunos cuadros donde se pueden apreciar diversos paisajes de Montán, en algunos aparecen paisajes, en otros salen partes del pueblo tal y como eran entonces, interpretando esas imágenes podemos acercarnos a entender la forma de vida y costumbres de aquella época, algunas cosas nos pueden llamar la atención más que otras, a mí me llama la atención, por ejemplo, que aparecen las banderas de Francia y España juntas en algunos de los cuadros, o imágenes de calles que son casi iguales como ahora. Si uno se fija bien no es difícil reconocer qué partes de Montán salen en dichos cuadros. Yo desde aquí propongo un juego que se trata de los siguiente: hacer una fotografía de Montán intentando reproducir cada cuadro, buscando el lugar, la misma hora del día y el mismo ángulo. Las fotos me las mandáis a rutasmontan@gmail.com comentando las diferencias o similitudes o qué cosas os han llamado más la atención, las pondremos aquí y las comentaremos entre todos. Elegiremos un jurado imparcial y la mejor foto se llevará un bonito reloj traído de Oriente especialmente para esta ocasión. Así que ánimo, preparad las cámaras y los comentarios.   
Ya han llegado las primeras fotos y el resultado es sorprendente, no hay tantas diferencias entre las fotos de ahora y las imágenes de Sigüenza, pero recordad que hay que comentarlaaaaaas. 












07 noviembre 2011

EXCURSION AL POZO NEGRO II

 En esta ocasión fuimos al pozo negro en verano, con la intención de darnos un buen chapuzón. En vez de salir desde Torralba salimos desde Fuentes de Ayodar que el camino es más corto y también es muy bonito. Se inicia la ruta saliendo desde la fuente del cañar, continúa por un sendero que cruza el río y después viene una buena subida por una pista ancha. Desde arriba se ve como discurre el río y se pueden apreciar varías pozas, a mitad de camino está la fuente del Zuro, con mesas, sombra y una pequeña poza, allí hicimos un descanso y nos dimos un baño, cuando salimos de excursión no lo hacemos con prisa y si un sitio nos gusta nos paramos a disfrutarlo. En la poza metimos los pies en el agua y unos peces muy pequeñitos nos hacían cosquillas en los pies.                                                                                                                                                                                   Seguimos andando por un sendero que discurre paralelo al río y que está al salir del recinto de la fuente, nuevas pozas nos encontramos en el camino y sin darnos cuenta nos plantamos en el pozo negro, estaba tan bonito como cuando lo vimos en invierno pero si aquella vez no había ni un alma, en esta ocasión no había sitio ni para poner la toalla. Subimos a la parte de arriba, no sin dificultad, pues es una senda muy estrecha y muy empinada. Allí estábamos solos y pudimos bañarnos a gusto, comimos a la sombra de un gran peñasco de rodeno rojo y cuando abajo se quedó más despejado bajamos por la tortuosa senda de nuevo. Una vez en el pozo negro nos hicimos los dueños del lugar, los muchachos disfrutaron saltando al agua una y otra vez desde una piedra que estaba a unos tres metros de altura, nosotros nos metimos en el agua que con el calor de agosto apetecía un montón. Este es un sitio que a mí me parece espectacular, las rocas de rodeno rodeando la poza, el color rojo vivo de las mismas que se acentúa cuando se mojan, el agua fría, profunda y limpia hacen de este sitio un lugar espléndido para visitarlo y disfrutar de su paisaje.                                   


Saliendo desde la fuente del cañar en Fuentes de Ayodar
de camino al pozo sin fondo




Un bañito.

Al agua patos !!!!!
Jorge

El gran salto de Pablo.
Jorge al agua
No paramos de bañarnos
Bueno, por fin nos hicimos un hueco en el pozo




Así terminamos la excursión

18 septiembre 2011

EXCURSIÓN AL RIO CARBO



 



Saliendo desde Montán.
 


Punto de salida andando desde el camino de la Artejuela.


Paisaje en la Artejuela.




fuente del puente, en S. Vicente de Piedrahita.
 


albergue macrovida en el cerrito

comiendo en el albergue


calle en el cerrito


Alicia, Marga y Mª José en el cerrito




cenando en la piscina de S. Vicente



Iniciando la marcha hacia el rio carbo


Impresionante desfiladero


casas del cerrito
 








cruzando el rio
Comenzamos nuestra primera marcha de dos días, saliendo desde Montán, con el objetivo de ir hasta la cascada del río Carbo, en Villahermosa del río. Fuimos madrugadores y el grupo salió en coche hasta el desvío de la Artejuela. La ruta a seguir era por el GR7 hasta S. Vicente de Piedrahíta. Éramos un grupo bastante numeroso, con niños incluidos, calculo que seríamos unos treinta. La primera parte del recorrido era de 5,5 km, casi todos cuesta arriba, pero no se nos hizo muy pesado, descansamos varias veces para reagruparnos y casi sin darnos cuenta llegamos a la fuente del puente que hay justo antes de llegar a nuestra primera parada, allí dimos cuenta de un buen almuerzo y de las cervezas que nos trajeron Pere y Julia, nuestros conductores de los coches escoba. Seguidamente nos presentamos en al albergue situado en el cerrito, en San Vicente de Piedrahita. Allí nos asignaron nuestras habitaciones y después nos fuimos a la piscina del pueblo a darnos un buen chapuzón, que con el calor que hacía nos vino de miedo. Comimos en el albergue de Macrovida, nos dieron una comida muy buena, nos trataron fenomenal e incluso tuvimos una clase de estiramiento que a más de uno le costó un poco de sufrimiento.
Con un poco de retraso sobre el horario previsto iniciamos la marcha del segundo día, fuimos en coche hasta Vilalhermosa del Río, una vez allí continuamos por la carretera hasta coger el desvío por pista forestal que nos llevaría a coger la senda (el GR7). El punto de partida era la masía de los roncales, allí aparcamos los coches, cogimos agua de una fuente y comenzamos a andar. El día era muy caluroso, la senda estrecha y no veíamos ni una gota de agua. Pasamos por un hermoso desfiladero, abajo se veía un riachuelo que apenas llevaba agua, comenzamos a descender y el riachuelo antes medio seco presentaba ahora abundante agua, frescor, pozas  y alguna sombra, a mitad de camino encontramos una fuente, al cruzar el riachuelo nos mojamos los pies, así que la marcha estaba resultando muy agradable.
Descansamos en un antiguo molino que tenía un pequeño prado y un puente de madera. Después vendría lo peor, una subida empinada, con el suelo pedregoso y a pleno sol. Por fortuna no era muy larga, aunque nos resultó muy costosa de hacer, después venía un llano con un bonito paisaje, masias a lo lejos y al fondo podiamos divisar el que sería nuestro destino, la cascada del rio Carbo.
Al llegar, como siempre pasa en agosto, el lugar estaba abarrotado, pero el sitio era de una belleza extraordinaria. Una hermosa cascada caía con fuerza entre el verde musgo y la agreste roca caliza, abajo una poza de agua friiiiiiia permitía el baño. Todos nos bañamos, nos hicimos la foto al lado de la cascada y no nos importó para nada que el agua estuviera helada. Desde luego que el esfuerzo había merecido la pena.


 

un descanso en el molino antes de emprender la subida



cascada del rio carbo




un descanso al finalizar la marcha

Terminada la marcha, una refrescante cerveza.